Sobre experiencias y turismo

La tendencia no nos deja lugar a dudas. No es algo tan nuevo, pero si es algo que crece a un ritmo importante: los turistas aspiran a ser viajeros. La cultura, el postureo, las tecnologías ¿Cuál es la variable clave?
Yo creo que es la suma de todo: nos hemos sofisticado. Ya no nos conformamos con viajar, queremos aprender (buena noticia), queremos descubrir la verdad detrás de las cosas. No siempre se trata de culturizarse, otras veces se trata de disfrutar sin ningún anhelo intelectual, pero, aun así, la tendencia es clara: queremos llegar a la esencia de lo que visitamos cuando viajamos, pegarnos a la autenticidad del destino.
Esto trae muchas reflexiones. El sector turístico, construido por una larga trayectoria de éxitos y fracasos, está regulado y funciona de acuerdo a determinadas normas que, mucho me temo, nos alejan de la autenticidad.
Observando de cerca el mercado turístico español, existen muchos ingredientes diferenciadores para ofrecer autenticidad; experiencias reales llenas de magia, historia, y verdad. Pero elementos como la normativa, la seguridad y la regulación alejan lo espontáneo, lo inesperado, lo verdadero y lo local y lo real. No es sencillo compartir comida con un lugareño, visitar una granja, compartir una cata de queso con un cabrero, o ser acompañado por un guía experto en botánica, si ninguno de ellos cumple con la normativa vigente.
Y si lo hicieran, dejaríamos por el camino parte de a autenticidad. Esta es una contradicción con la que convivimos los que trabajamos a diario con creación de producto turístico sostenible. Posiblemente tengamos que buscar soluciones creativas , porque los nuevos paradigmas ya no nos sirven para atender a una demanda sofisticada que no se conforma con lo esperado, sino que busca lo inesperado. Si la competitividad de los destinos turísticos empieza a medirse por su capacidad para sorprender a los visitantes y por su autenticidad, habrá que poner en valor soluciones para competir y ofrecer experiencias exitosas sin pagar un alto precio en burocracia e hiper-organización.